Síndrome urológico felino.

 

Unas de las consultas felinas que con más frecuencia atendemos en los centros veterinarios son los cuadros urológicos felinos o vulgarmente llamados FUS.

Esta patología presenta un origen multifactorial viendo que afecta con mucha más frecuencia a machos que a hembras, y normalmente a animales esterlizados más que a aquellos sin operar.

Este proceso consiste en una imposibilidad de nuestra mascota para orinar, lo que origina una enorme distensión de la vejiga con la correspondiente inflamación de la mucosa de la misma, y en casos donde no se corrige a tiempo, un reflujo de la orina vía retrógrada a los riñones a través de los uréteres pudiendo provocar un fallo renal que si no se corrige en pocas horas suele ser fatal.

                                      

Las causas de este cuadro, como decía antes, son multifactoriales:

-       Es frecuente que esté relacionado con problemas metabólicos que producen cambios en el pH de la orina (ya sea acidificándola o volviéndola más básica) lo que origina que ciertas sales precipiten y puedan llegar a formar auténticos cálculos que nos obstruyan la salida de la uretra.

 

                                    

-       También se ha visto que está relacionada con fenómenos de estrés donde se produce una contracción del esfínter uretral que impide en vaciado de la vejiga

 

Aquí cabe destacar que los gatos son animales que acusan mucho el estrés, pudiendo desencadenar estos cuadros desde la llegada/salida de personas/animales nuevos a casa, hasta cambios en los olores, muebles….

La sintomatología típica de este proceso es la de una animal que acude constantemente al arenero (o que incluso no sale de él) y no orina o apegas unas gotitas, maulla, está apagado, inapetente…

                                           

Así que si observamos este comportamiento en nuestra mascota, es importante que acudamos urgentemente al veterinario para que la valore, ya que aunque inicialmente pueda ser un cuadro menos, como una cisitis, no es infrecuente que rápidamente evolucionen a cuadros de obstrucción.

                                               

A parte de requerir tratamiento médico y modificaciones de la alimentación, es necesario el sondaje de nuestra mascota normalmente durante 2-3 días y valorar su funcionalidad renal, que aunque aparentemente pueda estar muy mal, si se corrige el problema rápidamente no tiene porqué dejar secuelas, así como realizar análisis de orina para descartar la presencia de cristales microscópicos que nos orienten en la causa primaria del problema.

                                           

No obstante para información sobre este problema no dudeís en contactar con nosotros en el 91.642.67.25 o en el 608.52.12.88,.