Cuidemos a “nuestros mayores”….
Gracias a la cada vez mayor concienciación por parte de los
propietarios, así como a los avances de la medicina veterinaria, cada vez
podemos disfrutar más años de nuestras mascotas, alcanzando unas esperanzas de
vida que hace no tantos años eran impensables.
No obstante hemos de decir que la medicina preventiva (la
que hacemos antes de que un problema aparezca) ha jugado un papel
importantísimo en este hecho, por lo que hoy vamos a hablar de la importancia
de los chequeos geriátricos de nuestras mascotas.
Al igual que nos pasa a nosotros, que con el paso de los
años empezamos a tener “achaques”, nuestras mascotas envejecen igualmente.
Aquí es importante decir que la vejez no es una enfermedad
en sí, y que muchos de los problemas derivados de esta se pueden tratar y
paliar dándole a nuestro compañero más años de vida y con una mejor calidad.
Entonces ahora la pregunta es…. ¿ cuándo empieza a ser geriátrica mi mascota?
Aquí cabe decir que evidentemente no es lo mismo un perro
que un gato, ni un perro de raza grande que uno pequeño.
En general podemos decir que los perros de razas pequeñas
(hasta unos 10 kg de peso adulto) son bastante más longevos que los de razas
grandes y mucho más que los de razas gigantes.
Y a su vez los gatos son bastante más longevos que los
perros (llegando con cierta facilidad a los 15-16 años de vida)
Luego… ¿ cuándo he de empezar a hacer controles geriátricos a
mi mascota?
Pues en el caso de los gatos, pese a ser muy longevos, sí
que es cierto que la recomendación es empezar a realizar analíticas de
sangre/orina (e incluso idealmente una ecografía y mediciones de la presión
arterial) anuales a partir de los 8 años de vida, ya que los problemas renales,
pancreáticos y de hígado son muy frecuentes en ellos con la edad y muchas veces
hasta que el problema no está muy avanzado no muestran una sintomatología
clínica evidente.
En el caso de los perros la edad para empezar con estas
pruebas varía un poco con la raza y el
tamaño del mismo.
En perros de razas pequeñas (como decíamos antes de hasta
unos 10 kg de peso adulto) se puede retrasar un poco más el inicio de estas
hasta los 9 -10 años en función de la mascota, mientras que en perros de razas
grandes lo suyo es empezar sobre los 8 años e incluso sobre los 6 en razas
gigantes con menos esperanza de vida.
La realización de estos controles nos permitirá valorar de
una manera objetiva si nuestra mascota está en un perfecto estado de salud o
bien si está empezando con algún problema derivado de la edad e iniciar un
tratamiento precoz que nos dará un mejor
pronóstico a largo plazo de dicha enfermedad.
No es infrecuente ver a mascotas con problemas achacados
simplemente a “que están viejitos” a los que diagnosticando diferentes
problemas tras la realización de los controles e iniciando los tratamientos
adecuados, los propietarios comentan que “han rejuvenecido”
Insisto una vez más en que la vejez no es una enfermedad,
por lo que si nuestro compañero empieza a estar mayor y un poco más apagado, o
se cansa más o se mueve menos….no nos quedemos simplemente en pensar que “es
viejo” porque seguramente si buscamos encontremos algo que seguramente tenga
tratamiento y podamos mejorar su situación notablemente.
Ellos nos acompañan durante toda su vida, y aunque la vejez
es inevitable, que menos que en las medidas de nuestras posibilidades les demos
una “jubilación” como las que nos gustaría que nos dieran a nosotros.
Para más información sobre controles geriátricos, no
dudeís en contactar con nosotros en el
91.642.67.25 o en el 608.52.12.88.
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