Cuidados habituales
La eterna pregunta ¿Cuándo
empezar a realizar el acicalamiento de nuestra mascota? La respuesta es muy
simple, desde el primer momento.
Si bien es cierto que el primer día
que llega a casa lo adecuado no es realizar una sesión intensiva de peluquería,
(puesto que con todos los cambios ya está asustado y el pobre ya tiene
suficiente.) sí que podemos realizar un cepillado ligero, buscando crear una
unión, con el nuevo miembro, con el cepillado podremos proporcionarle un
pequeño masaje, que seguro le agradecerá. Y comenzando de esta manera con una
nueva rutina.
Buscaremos un lugar cómodo para
llevar a cabo esta tarea. Lo ideal es que este lugar sea siempre el mismo, así
el animal entenderá cual es el objetivo cada vez que lo situemos ahí. Lo más
habitual es subirlo encima de una mesa. Sobre todo en un principio será un
ejercicio diario. Lo colocaremos y lo cepillaremos sea de la raza que sea,
hasta conseguir crear un habito.
En un principio como los
cachorros no sueltan pelo buscaremos utensilios que no le sean agresivos,
buscando no crear rechazo. Podemos comenzar por cepillarle utilizando los dedos
entreabiertos a modo de peine empezando por la cabeza y yendo siempre en
dirección descendente. Tras unos días cuando nuestro cachorro este mas acostumbrado
y hayamos adquirido más confianza en el manejo procederemos a trabajar con
útiles como un cepillo y un peine. Intentaremos
realizar los cuidados más habituales, tales como: cepillarlo, limpiar la
zona de los ojos, o los pliegues que pudiese tener, limpiaremos oídos, boca,
cepillado de dientes, miraremos que la zona perianal este limpia y libre de
heces, así como limpiar las patas para evitar que se le pueda incrustar
cualquier cosa que pueda traer de la calle.
Con el tiempo, espaciaremos estas
sesiones en aquellas razas cuyo manto no requiera un acicalamiento diario. Pasando a realizar un
cuidado semanal.
Es importante adiestrar al
cachorro a quedarse quieto mientras lo acicalamos. Si no somos capaces de
acostumbrarlo a esta rutina en su juventud, el proceso resultara más difícil
cuanto más mayor sea el individuo. Encontrándonos con ejemplares que en su etapa
adulta se muestran tiquismiquis, nerviosos, incluso agresivos en los momentos
destinados a su higiene.
Es importante que tras el
ejercicio premiemos a nuestro cachorro con un buen premio. Ya sea en forma de
un suculento premio, o bien haciéndole una gran fiesta para que comprenda que
esa es la actitud deseada.
La mayoría de animales de pelo
largo necesitaran visitar a un peluquero al menos cada 3 meses. Una sesión de
peluquería debe incluir: el cepillado y desenredado, en caso de ser animales
con mucho subpelo habrá que deslanarlo (quitar todo el pelo muerto). El baño,
el corte, corte de uñas, vaciado de glándulas anales y limpieza de orejas y
lagrimales. En ocasiones encontraremos
peluquerías que por un pequeño extra le cepillen los dientes a nuestra mascota.
Pero deberemos tener en cuenta que un cepillado mensual no es suficiente para
eliminar todo el sarro.
Para facilitar la relación entre
el peluquero y nuestro pequeño, es importante comenzar a llevarlo a la
peluquería lo antes posible. Aunque tan solo sea para darle un pequeño baño y
realizar el arreglo de zonas, como el interior de las manos y recorte de todas
las zonas sucias.
Siempre tendremos en cuenta que haya
finalizado su proceso de pimovacunacion. De esta manera nos aseguramos que no
pueda contagiarse de enfermedades de otros perros que puedan estar presentes.
En ocasiones el aspecto más
complicado de la peluquería puede ser la comunicación con el peluquero. Transmitir
el concepto que nosotros tenemos del corte de pelo que deseamos que realice a
nuestra mascota. Puesto que aunque el profesional conoce el corte propio de la
raza, no siempre acierta con la idea que nosotros tenemos sobre el mismo. Por
eso deberemos ser lo más concretos posible.
La parte más traumática de la
peluquería, suele ser la separación del dueño. Puesto que sienten que están
siendo abandonados. Por lo que se
recomienda que la despedida o separación sea lo más concisa posible y que
tratemos de no despedirnos de él.
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