lunes, 14 de noviembre de 2016


 

 

 

             ESTOY EMBARAZADA Y  ME  HAN  HABLADO DE LA TOXOPLASMOSIS

                                  

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria provocada por un protozoo que infecta obligatoriamente las células del hospedador (esto quiere decir que no puede vivir fuera del hospedador). El parásito responsable se llama Toxoplasma gondii.
Este parásito tiene importancia porque si existe contagio en una mujer embarazada puede contagiarse el feto a través de la placenta. 

Es importante aclarar algunos puntos:
1-Si la futura mamá, demuestra en los análisis tener defensas frente a la toxoplasmosis, no tiene riesgo de sufrir la enfermedad.

2-En caso contrario, deberá tener precauciones, que exponemos con detalle más adelante (no comer carne cruda, lavar muy bien las frutas y verduras, que otra persona manipule las heces del arenero…). También es conveniente hacer análisis de sangre y heces a su gato para confirmar si padece toxoplasmosis, si son negativos no existe riesgo.

3-Un perro no transmite toxoplasmosis (solo sería posible si ingerimos carne sin cocinar de perro, cosa muy poco probable).

Vamos a desarrollar cada uno de estos puntos en profundidad:
 
En nuestro sistema de salud y en el protocolo de análisis que se incluyen a las mujeres embarazadas se incluye la prueba de anticuerpos frente a la toxoplasmosis. En las personas en la mayoría de las ocasiones, el contagio no supone la presencia de síntoma alguno (se entra en contacto con el parásito pero el sistema defensivo (sistema inmune) responde correctamente y elimina la infección sin que ocurran síntomas). Lo que sí ocurre después del contagio es que se generan anticuerpos que protegen al organismo ante futuras exposiciones (la persona que superó la primera infección queda “protegida” y no está en riesgo de infectarse de nuevo). Con lo cual si cuando la mujer embarazada recibe el resultado de la prueba de toxoplasmosis y el análisis indica que tiene anticuerpos, quiere decir que en algún momento contacto con el parásito, que superó la infección y que está protegida para el futuro. En este caso no existe riesgo alguno de contraer la enfermedad. Estudios americanos indican que en EE.UU entre el 25 y el 50% de las personas han sido infectados.

 

Pero también puede ocurrir que la prueba de la toxoplasmosis en la futura mamá resulte negativa. Eso indicaría que nunca ha estado en contacto con Toxoplasma gondii y que si quedara infectada durante la gestación existiría riesgo evidente de posible transmisión al feto (con riesgo de aborto, alteraciones respiratorias, hepáticas, nerviosas o visuales en el bebé). En este caso ¿qué medidas de prevención es necesario tomar?

 

Es importante conocer el ciclo de transmisión del parásito. Lo primero que debemos indicar es que solamente los gatos pueden transmitir la enfermedad (aunque son muchas las especies de animales de sangre caliente que pueden verse contagiados). Un gato transmitirá la enfermedad cuando el previamente se haya contagiado. Y el gato se contagiará principalmente al ingerir carne no cocinada que presente quiste de toxoplasma (por ejemplo si tiene acceso a la basura) o si se alimenta de presas (ratones, pájaros, etc.) que puedieran estar contaminados. Los quistes que el gato adquiere invaden su intestino y de 3 a 10 días después de contagiarse se eliminan a través de sus heces. Esas heces suponen un riesgo evidente para las personas (y el resto de animales susceptibles como los perros por ejemplo). Es importante recalcar este tema: SOLO EL GATO PUEDE TRANSMITIR LA TOXOPLASMOSIS Y LO HARÁ SIEMPRE A TRAVÉS DE SUS HECES. También debemos observar como ni muchos menos todos los gatos son un peligro para sus dueños. Si el gato jamás sale de casa (con lo cual nunca tiene acceso a presas) y siempre es alimentado con alimento para gatos o en su defecto con comida casera pero siempre cocinada el riesgo de que pueda ser un foco de contagio es nulo. También es importante indicar que una vez que el gato elimina los ooquistes a través de las heces es necesario que pasen entre 1 y 21 días para que esos ooquistes maduren y puedan ser contagiosos. En otras palabras LAS HECES NO SON INFECCIOSAS EN EL MISMO MOMENTO DE SER DEPOSITADAS, NECESITAN UN PERIODO VARIABLE PARA QUE PROVOQUEN PROBLEMAS. Un consejo que se da a las futuras mamás cuyo análisis de toxoplasmosis resultó negativo es que si es posible no limpien ellas las bandejas de los gatos y que las heces sean retiradas lo antes posible (si aseguramos que las heces no están en la bandeja más de 24 horas y además la persona que las limpia no es la mujer embarazada, el riesgo de sufrir toxoplasmosis es nulo.

 

Pero ¿existen otras formas o mecanismos por los cuales una mujer embarazada y con un análisis de toxoplasmosis pueda contraer la enfermedad?.

 

Si, existen otras posiblidades. Intentaremos explicar algunas. Como hemos dicho el gato es el único vector que puede eliminar toxoplasma a través de las heces. Pero ¿qué ocurre cuando otros animales o personas contactan con ooquistes viables? Estos llegan al digestivo en invaden la mucosa intestinal pudiendo diseminarse por el organismo a través de la sangre y del sistema linfático. Los parásitos pueden llegar a cualquier célula de cualquier tejido donde se multiplican. En la mayoría de los casos la respuesta del sistema inmune es capaz de controlar la enfermedad antes de que aparezcan síntomas clínicos y en muchas ocasiones el proceso no llega a ser detectado. Es bastante raro, que la diseminación sea más generalizada y aparezcan signos clínicos (fiebre, anorexia, signos oculares, respiratorios, neuromusculares, digestivos, cardíacos, reproductivos). En algunas ocasiones se forman quistes tisulares en músculo, cerebro o vísceras internas. Imaginemos que eso ocurre en un ratón o en un pájaro. Si el gato ingiere ese ratón o ese pájaro el ciclo quedaría cerrado. Pero también podemos imaginar que la formación de quistes  ocurra no en un ratón si no en un ave de corral, en un conejo de campo, o en algún otro animal que pueda ser destinado al consumo humano. Es poco habitual pero si la carne de ese animal no fuese cocinada de modo adecuado (cualquier método tradicional: hervido, cocido, frito, a la plancha, incluso con la utilización del microondas es suficiente para eliminar los quistes) y fuese ingerida por la futura mamá podría entrar en contacto con quistes viables que podrían ocasionar la enfermedad. En estos casos la prevención también es sencilla: es imprescindible que todos los productos de origen animal que se tomen estén debidamente cocinados (el riesgo mayor sería con la toma de embutidos, de carnes crudas, productos de matanzas domiciliaras o cacerias.). En ocasiones también se han indicado como posibles fuentes de contagio la leche de cabras, ovejas o vacas infectadas (siempre que se tome cruda, por supuesto). También es importante que lavarse bien las manos y todos lo materiales (cuchillos, platos, etcl) que hayan contactado con carne cruda.

 

El contagio también se puede realizar a través de verduras, hortalizas o productos vegetales que no hayan sido convenientemente lavados. En el ambiente los quistes de toxoplasma pueden durar meses incluso cerca de un año. Si esa verdura no se lava adecuadamente existe riesgo. Por lo tanto es imprescindible que todos los productos vegetales sean adecuadamente lavados. Si hay dudas de la seguridad de la fuente de agua puede ser necesario hervirlo antes de su consumo

 

Otra forma relativamente frecuente por la cual la mujer embarazada podría contactar con toxoplasma sería a través de actividades relacionadas con la jardinería. A través de los abonos o simplemente si se tiene un jardín al cual pueden acceder gatos silvestres (o gatos controlados que salen y pueden cazar con lo cual el riesgo de que sufran toxoplasmosis puede ser elevado) y al igual que en el caso de las hortalizas aquí pueden defecar los gatos y dejar quistes que lleguen a hacerse viables con el tiempo y que puedan suponer riesgo. Como medida preventiva aconsejamos que las mujeres embarazadas que no tengan anticuerpos de toxoplasmosis, no realicen actividades de jardineria o que si lo hacen siempre utilicen guantes

 

En el caso de un gato casero si pudieran existir dudas (el gato se escapa, accede a presas o a comida sin cocinar, aunque no salga pero puede haber estado en contacto con algún gato en riesgo) o simplemente si el dueño lo desea, se pueden realizar pruebas al gato para determinar su estado inmunitario con respecto a toxoplasmosis. Lo ideal en casos sospechosos (o que simplemente se quiera tener la seguridad de que el gato es negativo) es realizar una prueba sanguinea para determinar la presencia de inmunoglobulinas tanto de tipo M (infección aguda) como de tipo M (infección crónica) y un estudio coproparasitario seriado (3 muestras de heces de tres días consecutivos) para detectar aquellos animales que supongan riesgo evidente. En el caso de gatos que salieran positivos o estuvieran eliminando ooquistes por las heces el consejo sería sin duda buscar temporalmente un dueño para el gato hasta que se produjera el parto.

 

Aparte de las medidas aconsejadas para la mujer embarazada también se pueden tomar medidas con respecto al gato: no alimentarlo con carne, vísceras o huesos crudos, no permitir que tome cosas de la basura, no darle leche cruda (sobre todo de cabra), no dejarles que salga fuera y acceda a presas como comida (pájaros, ratones), impedir que coma vectores mecánicos que en ocasiones puede transportar el protozoo (moscas, cucarachas, lombrices)

 

 

Esperamos haber aclarado algunas de vuestras dudas y aprovechamos para felicitar a las futuras mamás.

 

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