viernes, 23 de diciembre de 2016


Cuidemos a “nuestros mayores”….

Gracias a la cada vez mayor concienciación por parte de los propietarios, así como a los avances de la medicina veterinaria, cada vez podemos disfrutar más años de nuestras mascotas, alcanzando unas esperanzas de vida que hace no tantos años eran impensables.

No obstante hemos de decir que la medicina preventiva (la que hacemos antes de que un problema aparezca) ha jugado un papel importantísimo en este hecho, por lo que hoy vamos a hablar de la importancia de los chequeos geriátricos de nuestras mascotas.

Al igual que nos pasa a nosotros, que con el paso de los años empezamos a tener “achaques”, nuestras mascotas envejecen igualmente.

                                           Resultado de imagen de perro viejo                      

Aquí es importante decir que la vejez no es una enfermedad en sí, y que muchos de los problemas derivados de esta se pueden tratar y paliar dándole a nuestro compañero más años de vida y con una mejor calidad.

Entonces ahora la pregunta es…. ¿ cuándo  empieza a ser geriátrica mi mascota?

Aquí cabe decir que evidentemente no es lo mismo un perro que un gato, ni un perro de raza grande que uno pequeño.

En general podemos decir que los perros de razas pequeñas (hasta unos 10 kg de peso adulto) son bastante más longevos que los de razas grandes y mucho más que los de razas gigantes.

Y a su vez los gatos son bastante más longevos que los perros (llegando con cierta facilidad a los 15-16 años de vida)

                                        Resultado de imagen de gato viejo                           

Luego… ¿ cuándo he de empezar a hacer controles geriátricos a mi mascota?

Pues en el caso de los gatos, pese a ser muy longevos, sí que es cierto que la recomendación es empezar a realizar analíticas de sangre/orina (e incluso idealmente una ecografía y mediciones de la presión arterial) anuales a partir de los 8 años de vida, ya que los problemas renales, pancreáticos y de hígado son muy frecuentes en ellos con la edad y muchas veces hasta que el problema no está muy avanzado no muestran una sintomatología clínica evidente.

       Resultado de imagen de ecografia de perro               Resultado de imagen de sacar sangre gato         

                                                      Resultado de imagen de mirar la presion arteria perro   

                                               

En el caso de los perros la edad para empezar con estas pruebas  varía un poco con la raza y el tamaño del mismo.

En perros de razas pequeñas (como decíamos antes de hasta unos 10 kg de peso adulto) se puede retrasar un poco más el inicio de estas hasta los 9 -10 años en función de la mascota, mientras que en perros de razas grandes lo suyo es empezar sobre los 8 años e incluso sobre los 6 en razas gigantes con menos esperanza de vida.

La realización de estos controles nos permitirá valorar de una manera objetiva si nuestra mascota está en un perfecto estado de salud o bien si está empezando con algún problema derivado de la edad e iniciar un tratamiento  precoz que nos dará un mejor pronóstico a largo plazo de dicha enfermedad.

No es infrecuente ver a mascotas con problemas achacados simplemente a “que están viejitos” a los que diagnosticando diferentes problemas tras la realización de los controles e iniciando los tratamientos adecuados, los propietarios comentan que “han rejuvenecido”

Insisto una vez más en que la vejez no es una enfermedad, por lo que si nuestro compañero empieza a estar mayor y un poco más apagado, o se cansa más o se mueve menos….no nos quedemos simplemente en pensar que “es viejo” porque seguramente si buscamos encontremos algo que seguramente tenga tratamiento y podamos mejorar su situación notablemente.

Ellos nos acompañan durante toda su vida, y aunque la vejez es inevitable, que menos que en las medidas de nuestras posibilidades les demos una “jubilación” como las que nos gustaría que nos dieran a nosotros.

Para más información sobre controles geriátricos, no dudeís  en contactar con nosotros en el 91.642.67.25 o en el 608.52.12.88.

 

jueves, 15 de diciembre de 2016


CINCO FALSAS CREENCIAS SOBRE LA ALIMENTACIÓN DE LOS PERROS Y GATOS. PRIMERA PARTE.

 

        

Hay muchas afirmaciones que se repiten hasta la saciedad y se asumen como verdaderas. Algunas de ellas son totalmente falsas, pueden confundirnos, potenciar malos hábitos y lo que es peor, provocar algunos problemas en nuestras mascotas.

 

1-Las mascotas no deben comer dieta casera

         Esta afirmación es totalmente falsa. Los perros y gatos pueden comer dieta casera, siempre que sea una dieta completa y equilibrada. Para ello deben comer hidratos de carbono (arroz, patatas, pasta…), proteínas (carne, pescado, leche, huevos…), grasas, fundamentalmente ácidos grasos esenciales, pero también (y esto es muy importante) fruta y verdura (es la principal fuente de fibra, minerales y muchas vitaminas).

La proporción entre los diferentes nutrientes es muy importante y varía en función de la edad y de la especie (por ejemplo los gatos son más carnívoros que los perros). Se deben evitar los picantes, exceso de grasas y dietas de difícil digestión.

La cantidad de calorías ingeridas, debe tenerse en cuenta, para no favorecer que nuestras mascotas sean obesas.

El principal problema de la dieta casera, es que las mascotas eligen la parte que más les gusta, generalmente la carne y el resto no se lo comen o no lo hacen en la cantidad adecuada. En este punto, la ventaja del pienso frente a la dieta casera, es que no pueden elegir, cada croqueta  contiene todos los nutrientes. Si el pienso es de gama alta, los nutrientes serán de calidad y se encontrarán en proporciones adecuadas.

Por tanto, si la dieta casera está elaborada con los nutrientes adecuados, en la cantidad y proporción correcta y se lo come todo, sin elegir, nuestra mascota estará alimentada perfectamente.


2- El perro es carnívoro y debe comer un 85% de carne o incluso solo carne.

El perro no es carnívoro cien por cien, es omnívoro, lo que significa que come, como nosotros, de todo, incluida fruta y verdura.

Aunque el lobo si es principalmente carnívoro, el perro, a lo largo de miles de años de adaptación y evolución, se ha convertido en omnívoro. En un principio, vivían cerca de los poblados de hombres, alimentándose de los restos de su comida, posteriormente al ser domesticados, comen una dieta muy similar a la del hombre.

El perro, como nos ocurre a nosotros, asimila una cantidad determinada de proteínas, el exceso restante, el organismo lo transforma en grasa, pero este proceso puede ser perjudicial para la salud a largo plazo. Un exceso de proteínas supondrá un trabajo extra del hígado para transformarlas en grasa, que se almacenará, empeorando en muchos casos un problema de obesidad,  provocando un deterioro hepático y renal a largo plazo (a consecuencia del metabolismo de las proteínas, se produce un exceso de amoniaco, que el hígado debe metabolizar, para que pueda ser eliminado por el riñón), acidosis metabólica y descalcificación de los huesos, entre otras patologías. Existen dientas hiperprotéicas para adelgazar, pero solo se deben utilizar bajo control veterinario (están contraindicadas en alteraciones hepáticas, renales, algunas alteraciones hormonales…) y durante un tiempo no muy largo, hasta lograr el peso adecuado, momento en que se pasará a una dieta de mantenimiento de peso adecuada.


2-Es mejor que mi mascota coma una vez al día. De otra forma, engorda mucho. Hay personas que van todavía más allá y les deja varios días sin comer o un día a la semana de forma rutinaria.

Probablemente la única "ventaja" relativa que ofrezca esta alternativa sea el menor tiempo que el propietario emplea en su mascota.

Al igual que en las personas, el perro y el gato deben repartir la comida en varias tomas a lo largo del día. Lo ideal es un mínimo de dos tomas diarias en adultos y tres o cuatro en cachorros. De este modo no se producirán sobrecargas de alimento que dificultan la digestión y pueden provocar gastritis, vómitos, etc.

En perros de raza grande y gigante puede incluso ser muy peligroso ya que el riesgo de sufrir dilatación/ torsión de estómago (problema que puede ser mortal) aumenta considerablemente si el animal ingiere comidas voluminosas.

Por otro lado, en la mayoría de las dietas, los nutriólogos, nos recomendarán comer varias veces al día. Si nuestro objetivo es que nuestra mascota adelgace, debemos darle una dieta sana, baja en calorías y fomentar una vida sana con ejercicio. El dar a nuestras mascotas varias veces al día de comer no implica que coman mayor cantidad de comida, si no más repartida a lo largo del día.

Esto también hace que baje el grado de ansiedad que nuestras mascotas muestran por la comida.


3-Es bueno que los perros coman hierba para que así puedan “purgarse”.

El término purgarse resulta bastante ambiguo. En ocasiones la gente entiende la idea de purgarse como un sinónimo de desparasitación lo cual obviamente, no tiene nada que ver. A veces se entiende como la idea de “limpiarse” el intestino. Es evidente que si la dieta es la adecuada, no tiene ningún sentido que tengan que “limpiarse”.

 La ingesta de hierba en el mejor de los casos provoca gastritis y nauseas (en la mayoría de los casos vómitos y/o diarrea).

4-Los perros pueden comer huesos  (“les gusta mucho y es lo mejor para limpiarse los dientes”).  Hay productos muchos más eficaces para la profilaxis dental y por otro lado, los huesos no aportan ningún nutriente, por no asimilarse, a excepción quizás del calcio, pero no merece la pena corre los riesgos de perforaciones, obstrucciones intestinales y otros problemas que pueden provocar que nuestra mascota termine en el quirófano, con un pronóstico reservado.

5-El perro puede comer carne cruda. Las carnes crudas son difíciles de digerir conllevan digestiones pesadas y con frecuencia estreñimiento. Aunque los controles actuales son estrictos la posible presencia de parásitos (principalmente triquina) o de agentes extraños (fármacos, productos para el engorde, etc.) en las carnes que llegan al consumidor podrían suponer un riesgo para el animal.

 

Esta es la primera entrega de una serie de artículos sobre falsas creencias en la alimentación de nuestras mascotas y sobre otros muchos temas. Espero que os resulten interesantes y que de alguna forma podamos aportar nuestro granito de arena en el bienestar de nuestros fieles compañeros.

 
Un cordial saludo del equipo de la Clínica Timanfaya.

 

 

 

viernes, 9 de diciembre de 2016


¿Qué son la leucemia y la inmunodeficiencia felina?

Si estamos pensando en ampliar la familia con un nuevo miembro y queremos que este sea un gatito, hay varias cosas que hemos de conocer de estos antes de hacerlo.

                                        Resultado de imagen de gatos           

Los gatos, aunque sobre decirlo, no son perros pequeños por lo que su comportamiento, su forma de relacionarse con los propietarios , con otras mascotas e incluso con otros gatos es diferente a la que cabe esperar de un perro y esto hemos de tenerlo muy en cuenta.

No obstante, hoy vamos a hablar de gatos pero de un tema diferente.

Vamos a hablar de un par de enfermedades víricas muy típicas de ellos, y que por desgracia siguen siendo relativamente frecuentes. Hablamos de la Leucemia vírica felina y de Inmunodeficiencia felina.

Estas dos enfermedades muchas veces son conocidas como el “sida” de los gatos. Esto es porque ambas cursan con una inmunodepresión muy severa (una bajada de las defensas del organismo) y pueden estar latentes durante mucho tiempo (normalmente años) y no dar ningún tipo de sintomatología en nuestra mascota.

Cuando el animal desarrolla cualquiera de las dos enfermedades los síntomas que podemos ver son muy inespecíficos dado que lo que realmente sucede es que la mascota se queda casi sin defensas en su organismo y cualquier patógeno oportunista les afecta, incluyendo muchas veces las propias bacterias que de forma normal se encuentran en el organismo.

Ambas enfermedades no tienen cura y los únicos tratamientos que existes son paliativos, encaminados a mejorar su sistema inmunológico y a combatir las infecciones  secundarias.

De manera que lo más importante a saber es si nuestra mascota la tiene y en caso de ser así ser conscientes de las medidas a tomar.

Ambas enfermedades son muy muy frecuentes en gatos “callejeros” por lo que es de especial relevancia  si nuestra mascota la hemos recogido de la calle, de un albergue, una perrera…aunque no obstante la recomendación es testar a todos los gatitos (aunque vengan de una tienda o de un criadero)

Las dos se transmiten a través del contacto directo entre gatos por la saliva, arañazos, heridas…y la leucemia además también se transmite de la madre al feto, por lo que hay gatitos que nacen infectados.

                                           Resultado de imagen de gatos peleandose                             

Esto quiere decir que un gato que haya pasado poco tiempo en contacto con otros gatos es difícil que vaya a tener inmunodeficiencia, peor no sucede lo mismo con la leucemia….

En el caso de esta última existe vacuna, que se empieza a administrar a los gatitos sobre los dos meses de vida, lamentablemente en el caso de la inmunodefieciencia esto no es así.

                                             Resultado de imagen de gatos vacunandose         

Para realizar el test de detección de ambas y asegurarnos de la validez de este test es necesario que se cumplan dos cosas:

  • Que el gato sea lo suficientemente mayor para que la inmunidad maternal (la que se transmite e madres a hijos con la lactación) no nos afecte.
  • Que haya pasado al menos 20 días del último contacto con un posible portador que se la haya pegado ( es decir que lleve al menos 20 días separado de cualquier otro gato del que desconozcamos su testado frente a estas enfermedades)
     
                                     Resultado de imagen de test leucemia e inmunodeficiencia felina                   

Una vez realizado el testado y vacunada la mascota, es difícil que contraiga las enfermedades (sobre todo la leucemia) pero no es imposible, ya que todo gato que sale a la calle y entra en contacto con otros gatos (o si otros gatos entran en nuestro jardín, por ejemplo) es susceptible de contagiarse, más aun de la inmunodeficiencia, que como decíamos antes, no tiene vacuna.

Otra cosa importante a destacar es que estas enfermedades NO se transmiten ni a personas ni a otras mascota distintas de los felinos, por lo que solo hemos de tener especial cuidado si ya hay un gato en casa cuando vamos a introducir un compañero nuevo.

Y también cabe comentar que aunque la leucemia más frecuente en gatos es la vírica, también se ven leucemias normales como las que padecen las persona y que en este caso son de tipo tumoral.

Así que no dudéis en contactar con nosotros para más información respecto a este tema o si estáis pensando en adquirir una nueva mascota. Nuestros teléfonos son el 91.642.67.25 o el 608.52.12.88.